Comprobar el estado de la fuente de alimentación

Ahora que hemos aprendido a comprobar el estado en que se encuentran nuestro disco duro y nuestra memoria RAM mediante programas, vamos a empezar a trabajar físicamente con nuestro equipo, comprobando si nuestra fuente de alimentación está en perfectas condiciones.

Para ello es necesario desconectarla y sacarla de la torre. Tras ello, vamos a puentearla para comprobar si funciona bien. Esta parte del tutorial también podéis ponerla en práctica en el caso de que no os arranque el equipo, para comprobar si es un problema de la fuente.

Aquí os dejo un vídeo para puentear una fuente de alimentación correctamente:

Una vez puenteada, enchufamos la fuente y comprobamos que arranca. En caso positivo, podemos continuar, en caso negativo, preguntad precios para una fuente nueva, ya que la reparación es bastante cara.

Una vez arrancada, comprobaremos si los voltajes que proporcionan los distintos cables son correctos. Para ello, hay que usar un voltímetro. Este aparato, a la venta en ferreterías y más comúnmente en las tiendas de electricidad, nos permite comprobar el voltaje que suministra un cable, un enchufe, etc.

Para usarlo, simplemente tenemos que girar el dial del aparato y y seleccionar la medida inmediatamente superior a la que queramos medir. Si por ejemplo queremos medir 4 V y las unidades que hay son 2 V y  12 V, debemos seleccionar 12 V. Una vez seleccionado la cantidad a medir, debemos colocar el contacto negativo en uno de los cables negros, y el contato positivo en aquel que queramos medir.

Los voltajes que nos deben proporcionar los distintos cables son:

• Naranja: entre 3,135 y  3,465
• Rojo: entre 4,75 y 5,25
• Morado:  entre 4,75 y 5,25
• Amarillo:  entre 11,4 y 12,6
• Azul: entre -13,2 y -10,8
• Blanco:  entre -5,5 y -4,5

Si los voltajes que obtenemos son correctos, nuestra fuente se encuentra en buenas condiciones, en caso contrario, al igual que antes, toca buscar una nueva, ya que un voltaje insuficiente puede hacer que nuestro equipo vaya más lento o incluso se apague, y un sobrevoltaje puede provocar que los componentes del equipo se dañen y se rompan.